Novena a la Inmaculada
Lectura
“Estaban junto a la Cruz de Jesús su Madre y la hermana de
su Madre, María de Cleofás, y María Magdalena. Jesús miró a su Madre y al
discípulo que Él amaba que estaba allí, y dijo a su Madre: Mujer, ahí tienes a
tu hijo. Después dijo al discípulo: Ahí tienes a tu Madre. Y desde aquel
momento la tuvo consigo en su casa” (Evangelio de San Juan, 19, 25-27).
Meditación
La Virgen es Madre
de Dios y de cada uno de nosotros; este es el fundamento de nuestra
inquebrantable confianza; nuestras plegarias serán siempre atendidas por María.
La vida de la Santísima Virgen es como un maravilloso brillante que hay que
mirarlos y volverlo a mirar. Mirarlo y volverlo a mirar para nuestra alegría.
“Al ver la Estrella se alegraron sobremanera”. Mirarla, porque es nuestra
Estrella, que encaminará nuestros pasos hacia el Señor. Mirarla para invocarla.
Mirarla para aprender, para recuperar fuerzas. Para conocerla, nos reunimos
estos días.
A todos los que nos alegramos de sentirnos hijos de la Virgen
Madre, nos conceda el Señor perpetuar nuestro gozo.
Hoy irrumpe María en la
historia de la salvación. Hay que mirar a la Virgen para afianzar nuestra fe.
Ella cree: Vida de fe. Fe con obras. Es fiel. Responde a la llamada. Confía
plenamente, con sencillez, con humildad. Hay que pedirle que aumente nuestra
fe. ¡Bienaventurada tú que has creído!
Oración
Oh Dios, que por la Concepción
Inmaculada de la Virgen preparaste digna morada a tu Hijo, te suplicamos que,
así como por la muerte prevista de tu Hijo la preservaste de toda mancha, por
la intercesión de María, nos concedas llegar a ti enteramente limpios. Te lo
pedimos por nuestro Señor Jesucristo, que vive y reina contigo en la unidad del
Espíritu Santo. Amén.
Novena a la Inmaculada
Reviewed by Unknown
on
1:52
Rating: 5